No se debería creer en que una oración tiene suficiente poder por si sola, ya sea por las palabras que contenga o por cómo se haya redactado.
Es mucho más importante creer en aquello que se está diciendo, ya sea de forma oral o escrita, y en la repercusión que tendrá la oración.
Por tanto una oración para que sea mágica y poderosa debe ser dicha con fe, esperanza y con buenas energías.
Orar a un Santo o una entidad debe ser un acto de fe y de respeto, no una sucesión de palabras dichas en un orden. Prestablecido.
Vemos como en muchas ocasiones las personas oran como si estuvieran recitando una serie de palabras, una detrás de otra, una y otra vez. Bajo nuestro punto de vista esa no es la forma de orar, de pedir una gracia en una oración.
Sentir lo que se dice, saber lo que estamos orando, creer lo que estamos diciendo y ser conscientes de lo que la oración está diciendo.
Repetir continuamente una sucesión de palabras puede remover o llamar a energías, es cierto, pero si a esto le sumamos sentimiento y Fe, probablemente nuestro recitar se esté convirtiendo en una verdadera oración poderosa que puede a llegar se mágica para nosotros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario