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sabiduría

martes, 18 de agosto de 2015

la llama violeta (oración)

Puedes dar decretos de llama violeta en cualquier lugar, en cualquier momento― en tu coche, mientras haces los quehaceres o antes de acostarte. De hecho, simplemente repetir un mantra de llama violeta cuando te sientas tenso, cansado o irritado puede ayudarte mucho.
Pero recibes el mayor beneficio de la llama violeta si dedicas, por lo menos, quince minutos al día para decretar sin interrupción.
Lo mejor es decretar en un lugar dedicado al trabajo espiritual, como una capilla o un cuarto limpio, bien ventilado e iluminado. Una luz pobre, el polvo, el desorden y aire viciado impiden el flujo de energía espiritual.
En tu altar, puedes colocar velas, cristales, flores y fotografías de santos, los maestros ascendidos y tus seres amados.
2. Inicia tu sesión de llama violeta con una oración.
Antes de comenzar tus decretos, da una oración o invocación, pidiéndole a los maestros ascendidos, a los ángeles y elementales, que vengan a ayudarte.
Los elementales son espíritus de la naturaleza del fuego, aire, agua y tierra responsables de cuidar nuestro planeta. Los elementales que representan el elemento fuego se llaman salamandras; los que representan el elemento aire, sílfides; los que representan el elemento agua, ondinas; los que representan el elemento tierra, gnomos.
Se ponen felices cuando pueden ayudarnos a limpiar tanto nuestras auras como el planeta, con la llama violeta.
3. Invoca protección antes de comenzar a usar la llama violeta.
Los maestros enseñan que cuando manifestamos más luz, la luz atrae la oscuridad, como si fuera un imán. Así que necesitas sellar tu aura con la energía de protección blanca y azul. Una de las mejores maneras de hacer esto es invocando el tubo de luz y la protección del Arcángel Miguel.
Haz tu decreto del tubo de luz cada mañana y repítelo según se requiera durante el día. Al darlo, visualiza la deslumbrante luz blanca desde tu Presencia YO SOY, la Presencia de Dios sobre ti, formando una pared impenetrable de luz a tu alrededor.
Tu oración al Arcángel Miguel puede ser tan sencilla como decir “Arcángel Miguel, ¡Ayúdame! ¡Ayúdame! ¡Ayúdame!”. Como el Arcángel del primer rayo, el Arcángel Miguel encarna las cualidades de la fe, la protección, la perfección y la voluntad de Dios. El Arcángel Miguel me ha salvado la vida docenas de veces que yo sepa y, probablemente, miles de veces que yo no sepa.
Así que da tus decretos con alegría y gusto, sabiendo que cuando invocas al Arcángel Miguel y sus legiones de ángeles, ellos estarán a tu lado inmediatamente.
4. Empieza tus decretos a la llama violeta con un preámbulo.
El preámbulo de un decreto es como una invitación. Le pedimos amorosamente a los seres de la llama violeta—maestros ascendidos y ángeles—que nos ayuden y nos guíen.
Generalmente empezamos nuestros decretos diciendo, “En el nombre de la amada poderosa y victoriosa Presencia de Dios, YO SOY en mi, y mi propio amado Santo Ser Crístico…” e incluimos a nuestros maestros y santos favoritos. Nuestra conexión con ellos es por medio de nuestra Presencia YO SOY y Santo Ser Crístico.
La Presencia YO SOY es nuestra Presencia de Dios permanente y perfecta. El Santo Ser Crístico es nuestro Ser Superior y maestro interno que inicia y guía a nuestra alma en su sendero hacia la unión con Dios.
Aquí hay un preámbulo que puedes usar y al que le puedes agregar lo que necesites:
En el nombre de la amada ponderosa victoriosa Presencia de Dios, YO SOY en mí, y de mi propio amado Santo Ser Crístico, invoco al amado Saint Germain y a los ángeles del séptimo rayo. Les pido que___________. Pido que mi invocación se multiplique y se utilice para asistir a todas las almas sobre este planeta que estén necesitadas. Les doy las gracias y lo acepto hecho en este momento con pleno poder, según la voluntad de Dios.
5. Da el decreto lentamente para comenzar y luego dalo con mayor velocidad al repetir el decreto varias veces.
La primera vez que des un decreto, repítelo lentamente y deliberadamente. Dota cada palabra con un intenso amor a Dios. Es muy poderoso dar el decreto lentamente. Pero existe un poder diferente que viene a medida que gradualmente aumentas la velocidad y subes el tono del decreto.
Mark Prophet comparaba esta aceleración con un tren. Comienza con “chu…chu” y en poco tiempo sigue con “chu-a-chu-a chu” y luego “¡chu-chu-chu-chu-chu!” Mientras más rápido vas, mayor es la acción.
Al aumentar la velocidad de tus decretos, encontrarás que son más efectivos para elevar tu vibración. Aumentar la velocidad no debe ser artificial. Se debe sentir como algo natural; el decreto debe de acelerarse por sí mismo.
Si usas cualquiera de las grabaciones de “Salva al mundo con llama violeta”, escucharás la forma correcta de aumentar la velocidad.
6. Utiliza visualizaciones para asistir tu trabajo espiritual.
La mayoría de las personas no ven la acción de la llama violeta con sus ojos físicos. Pero cuando cierras tus ojos y te concentras en el centro de energía entre las cejas, algunas veces puedes “ver” con tu ojo interno, a la llama violeta trabajar.
Para la gente que ha desarrollado su visión espiritual, la llama violeta se ve como un fuego, en colores que varían desde el índigo oscuro, amatista brillante y un rosa violeta. Puede que veas como estas llamas consumen el desecho kármico.
Algunas veces, imaginarse que este desecho son pedazos de madera o pedazos de una sustancia como alquitrán que se desprenden de tu cinturón electrónico y chisporrotean en el fuego es muy útil. Dan volteretas y rebotan y se desaparecen en una ráfaga de humo blanco.
Una vez que has memorizado algunos de los decretos de la llama violeta, puedes cerrar tus ojos e intentar esta visualización.

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